miércoles, 31 de diciembre de 2008

El pajarico

Salvador Macipe escribe otro relato sobre costumbres de una época, explicando el trato que se daba habitualmente en Ariño a los pájaros. Plantea un momento de crisis personal respecto a la forma de tratar a los animales. Nos desea a todos que sepamos encarar positivamente la presencia del nuevo año. El nombre de nuestra revista puede servirnos de referente:
¡ENTABAN!

2 comentarios:

Josefina Giménez dijo...

¡Qué delicia leer sus relatos!
Cuantos más relatos escribe, más importante me parece la edición de ENTABAN IMPRESO.Y es que hay mucha gente, como por ejemplo mis padres, que nunca entrarán en internet y nunca leerán un relato en su bloc, sim embargo cuando leen sus relatos en ENTABAN de papel (como dicen ellos), los entienden y los comparten, porque sus historias y sus vivencias son las historias y vivencias de ellos, que sí saben contar, pero que no saben escribirlas. Así que les parece una idea muy muy brillante que regale estas historias tan bien escritas, para disfrutar de una lectura nostálgica y para que los jóvenes sepan que hubo un Ariño donde el trabajo, la diversión,la amistad, .... un Ariño, donde la vida, era distinta a lá vida actúal.

Salvador Macipe dijo...

Josefina, gracias por tu cordial comentario. Me alegra que mis relatos sirvan también para revivir los recuerdos de las personas que sintonizan con ellos y para facilitarles el despertar del silencio al que la vida actual les somete. Tú precisamente, puedes ser también intérprete de esos recuerdos, por tu sensibilidad, voluntad y posibilidades en la expresión literaria.

Entabán digital es un paso adelante respecto “al de papel” porque éste, con su publicación masiva de relatos, resulta un poco abrumador. En algunos casos el problema del acceso al digital no tiene más opción que obviarlo por medio de las copias.

El cuidar la escritura (que buen trabajo nos cuesta a los que no somos de este oficio) es básicamente una manifestación del respeto que nos merecen nuestros potenciales lectores.

Estoy de acuerdo contigo en que conviene que los jóvenes sepan que en Ariño se vivió de una forma que interesa considerar porque tenía aspectos muy positivos. En ello estamos.

Un afectuoso saludo.