Todas o casi todas las personas y animales, tenemos cinco sentidos por naturaleza y para la naturaleza sea la estación del año que sea. El tiempo y las prisas no los están quitando. Porque ¿quién se acuerda sí las moras de las zarzas tienen el gusto dulce, el tacto basto cuando te las comes y rugoso al recogerlas de las zarzas?.
Y no digamos del olor a hierba característico del atardecer, cuando el roce del aire nos heriza la piel de todo nuestro cuerpo, que por los ojos ven el verde en el cielo anaranjado y liláceo, rayado de oro envejecido y de repente hoyes el ruido de las campanas a lo lejos y nos recuerda qué poco costaría parar la vida un segundo para liberarnos de nuestra particular tela de araña en forma de reloj, prisas, trabajos, problemas y demás...
Todos los sentidos son necesarios porque nos hacen sentirnos parte del universo al que pertenecemos y del que parten todos los sentidos.
Ester Serrano Burillo
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