martes, 24 de noviembre de 2009

Ante el ocaso


Otra poesía de nuestro buen amigo José Antonio Gálvez, cuyo hermoso contenido y título, nos sitúan en las fases en que se hallan el año y muchas vidas, que también pueden estar llenas de belleza y de esperanza.

Murieron ya las tardes
de sol y de calor insoportables.
El aire está sereno,
el tiempo se detiene.
La brisa silenciosa
susurra la primicia del otoño.
La luz se vuelve íntima
y el sol rompe la tarde en mil colores
que anuncian una noche embriagadora.
Y uno vuelve hacia dentro su mirada
al vivir el milagro del ocaso
para ver el murmullo de la vida
que escapa rebosante de hermosura
al viaje al infinito que le espera.

José Antonio Gálvez
Septiembre, 2009









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