martes, 18 de diciembre de 2007

La Asociación "Corral Negro" logra revitalizar la festividad de Santa Bárbara en Ariño

Fueron al colegio para mostrar cómo es el oficio minero, y trajeron un gran espectáculo de revista.




ARIÑO. El pueblo más minero de todo Aragón, Ariño, también se vistió de gala para celebrar el día de Santa Bárbara. Gracias al interés de la recién creada aso­ciación Corral Negro, las fiestas de este año se han acogido con más ilusión entre los mineros de la población.


"Ahora que las minas van a menos, que la profesión tiende a desaparecer poco a poco, nos gustaría que Ariño, pueblo mi­nero desde hace más de 100 años, no perdiera su patrimo­nio", destacó Antonio Abad, uno de los vocales de la asocia­ción. Para ello, en la víspera de Santa Bárbara, los mineros de Ariño acudieron al colegio de la localidad para mostrar a los más pequeños cómo es este ofi­cio. Les proyectaron un docu­mental, y posteriormente se prestaron a contestar todo tipo de curiosidades que pudieran tener acerca de la vida en las minas. Posteriormente, y como se hacía antaño, se les obsequió con unos juguetes.


El día 4, todo el pueblo se dio cita en la iglesia de Ariño, don­de se celebró una misa en ho­nor a la patrona de los mineros. Posteriormente, se paseó a la Santa por el pueblo, hasta llegar a su ermita, donde el párroco pronunció unas palabras y bendijo todas las minas de la lo­calidad para que sigan sacando carbón, modo de vida de los ariñenses durante el último ciento de años.


En la celebración se dieron cita buena parte de los 150 po­lacos que trabajan en las minas de Ariño. De hecho, la misa se realiza en dos idiomas, para que nadie se sienta discriminado. "Con el tema de la reconver­sión minera, se han prejubilado tantas personas que es necesa­rio tirar de gente de fuera para sacar hacia adelante el oficio. Y claro, también les gusta cele­brar esta fiesta y queremos que participen", señaló Abad. De hecho, suponen tres cuartas partes del total de mineros que trabajan en Ariño. Tras la misa, los mineros en activo fueron a comer al hostal, mientras que los prejubilados lo hicieron en el Bahía.


Tras la sobremesa, se reunie­ron todos de nuevo para disfru­tar con el gran espectáculo de revista que ha hecho posible la asociación Corral Negro, para que la fiesta se parezca lo más posible a las celebraciones de antaño.


“La asociación Corral Negro busca recuperar el patrimonio minero de Ariño. La profesión tiende a extinguirse, y nos gustaría que los niños supieran a qué se dedicaban sus padres”. Antonio Abad, de la asociación Corral Negro.


Artículo publicado por Marcos Navarro Castel en el periódico La Comarca, el 7 de diciembre de 2007.

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