Del lejano Oriente vinieron los Reyes Magos, que no sólo trajeron presentes para el Niño. Además nos dejaron la rosa del azafrán. Nuestro bien más preciado, pues sirven después de plantar el bulbo, dejar que saliesen las hojas, siempre a ras del suelo y con las frías escarchas.
Azafrán, esbrinar el brin. Todo servía para establecer una peña, que si faltaba alguna persona ya no funcionaba bien.
En fin, los Reyes Magos nos trajeron la tolerancia, el equilibrio y la solidaridad, para el pueblo humilde que siempre recoge la rosa del azafrán juntos y en armonía.
María Ester Serrano Burillo.
Feliz Navidad a todos los vecinos de Ariño y alrededores.
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