Teodoro López, un amigo de Gregorio, compuso la siguiente poesía, que leyó en el acto de homenaje del día 20. Su emoción, y la de todos los presentes, alcanzaron cotas altísimas.
A nuestro querido amigo Goyo
(Gregorio Palos Luna)
Naciste en oscura guerra,
y en su posguerra creciste
arrancándole a la tierra,
con tu sudor, el alpiste.
Nada gratis recibiste,
porque todo tu legado
es esfuerzo denodado
de un inmenso luchador.
Ya en tus años juveniles
despuntaste deportista
y en contiendas descollaste
con barra, en cancha o en pista.
Eras as en las carreras
y carta alta en varias lídes.
Allá en tu mili lejana,
en tiempos de duras penas,
alegraron flojas cenas
tus avifaunos trofeos.
Con un amigo del alma
fuisteis “Los dos trovadores”;
como en todo… los mejores
en canto y en buen tañer,
amenizando el primer
balbuceo de una fiesta
y acabando vuestra orquesta,
agotados y rendidos,
después de ya renacidos
rayos de otro amanecer.
En la Coral Zaragoza,
en años más madurados,
con tus compadres cantores
alegraste los amores
de casorios estrenados.
Las maracas y el laúd
te fueron muy familiares.
Entre coros anduviste
y en las rondallas vibraste,
y en todas partes dejaste
memoria de buen hacer
alegrando corazones;
¡que quien en canto se goza
transmite sus emociones!
Nada gratis recibiste;
todo lo ha conquistado
el tesón continuado
de un gran trabajador.
Detrás de todo gran hombre
hay siempre una gran Conchita,
con la amargura infinita
de tu partida temprana,
llorando cada mañana
la injusticia de tu sino:
Ese inmenso desatino
de adelantar tu final.
Te fuiste bien arropado,
no te fuiste en soledad,
y tienes continuidad
en soberbios corazones:
Son cuatro buenas razones
que Conchita te entregó.
En tu nueva dimensión,
que aseguramos gloriosa,
descansará bien gozosa
la perla del corazón:
El corazón que tuviste.
Los que bien te conocemos
bien sabemos lo que fuiste:
Material o emocional
a todos algo nos diste.
Tus proyectos no acabados,
truncados como tu vida,
tendrán ahora cumplida
conclusión en otro espacio;
en un inmenso palacio
se acabarán tus sudores;
retozarán tus corderos
en tus montes verdecidos,
y tus cerezos floridos,
anunciarán con sus flores
a tus frutos preferidos;
tus olivos te darán
oro líquido abundante,
ese lujo resultante
de tu abonado profundo.
Tu búnquer ya terminado
abrazará tu reposo.
¡Tus esfuerzos te ha costado!
¡Diste más que recibiste!
Nada gratis conseguiste;
es de todos conocido
que todo lo ha conseguido
un valiente emprendedor.
Vivimos con tu recuerdo:
Tus picantes comentarios,
agudos como alfileres,
tanto hablaban de mujeres
o de cosas de la vida.
Usabas fina ironía,
comentabas con ingenio
y el humor no te faltó.
Un viejo sabio decía
que el humor con ironía
es patrimonio del genio.
Dejaste huella imborrable
en un pecho agradecido;
de tu vida y tu semblanza
aquí tienes un testigo
que te dice, como siempre,
¡¡hasta siempre, Goyo amigo!!
En tu Homenaje,
el 20 de Junio de 2010.
Teodoro López
1 comentario:
Muy emotivo, seguro que habrá sonreido al escucharlo.
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