Quisiera que el bochorno me hiciese
bailar los dances del pasado y que
el sol abrasador cayese en mí a
raudales, bañándome en ese oro
incandescente.
Quisiera que el agua mojase mis pies
antes de que me los corten de mi
Madre Tierra y convertirme en grano.
Quisiera que me trillaran los
hombres de este lugar y me moliesen
dos grandes piedras de molino,
que me transformaran en harina blanca
inmaculada y amasándome me hiciera
pan.
Pan que alimentaría tu cuerpo inerte.
Porque quise estar dentro de tí,
sentirme tuyo.
Por eso fui espiga, grano y pan,
para estar dentro de todo ser humano
de este pueblo, que sin ellos no
hubiese querido ser.
Texto de Maria Ester Serrano Burillo